A poco más de 600 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires se encuentra Villa Iris, una localidad del sur bonaerense que destaca por su calma, sus paisajes rurales y su gastronomía con identidad propia. Fundado a comienzos del siglo XX, este destino propone una pausa del ritmo urbano en un entorno donde la historia y la vida de pueblo siguen intactas.
Uno de los mayores orgullos de Villa Iris son sus churros artesanales, tan populares que tienen su propia celebración anual. Durante el verano, la Fiesta del Churro reúne a vecinos, turistas y emprendedores que rinden homenaje a esta delicia argentina, en un evento que combina música, puestos de comida y actividades típicas de la región.
Además de su perfil gastronómico, la localidad ofrece atractivos culturales y arquitectónicos como su plaza central, la iglesia y la antigua estación de tren, símbolos de un pasado ligado al desarrollo agropecuario y a las corrientes migratorias europeas que le dieron vida al pueblo.
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La Fiesta del Churro en Villa Iris celebra una de las tradiciones gastronómicas más destacadas de la región.
Dónde queda Villa Iris
Villa Iris forma parte del partido de Puan y se ubica en el sudoeste de la provincia de Buenos Aires, a aproximadamente 580 kilómetros al sudoeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Surgió como resultado de un plan de colonización liderado por Hugo Stroeder, quien fundó el pueblo el 27 de mayo de 1900 en tierras cedidas por Federico Álvarez de Toledo.
El trazado urbano se diseñó para albergar a colonos que trabajaban en una extensa colonia agrícola-ganadera de más de 56.000 hectáreas. La llegada del ferrocarril, autorizada a finales de ese mismo año, impulsó el crecimiento de este enclave, donde ya se habían asentado inmigrantes de diversas nacionalidades europeas.
Actualmente, mantiene un fuerte vínculo con sus raíces y conserva su ambiente rural, sereno y hospitalario, que lo convierte en una escapada ideal para quienes buscan reconectar con la naturaleza y las costumbres tradicionales.
Qué puedo hacer en Villa Iris
El recorrido por el pueblo puede comenzar en la Plaza San Martín, centro de la vida social local. A su alrededor se encuentran edificios emblemáticos como la Delegación Municipal y la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, cuyo estilo simple y acogedor refleja el espíritu del lugar.
En cuanto a su gastronomía, el plato fuerte, literalmente, son los churros caseros, elaborados con recetas transmitidas de generación en generación. La Fiesta del Churro, que se celebra cada verano, se convirtió en un sello de identidad para Villa Iris y una atracción que convoca a visitantes de toda la región.
La vida en el pueblo transcurre sin apuro. Caminar sus calles, conversar con los vecinos y observar las construcciones históricas son parte del encanto de esta localidad, que mantiene la calma como valor fundamental.
Cómo llegar a Villa Iris
Desde la Ciudad de Buenos Aires, la forma más directa de llegar a Villa Iris es en auto, a través de la Ruta Nacional N° 5 hasta llegar a Trenque Lauquen, y luego tomar la Ruta Nacional N° 33 pasando por Bahía Blanca hasta empalmar con la Ruta Provincial N° 76.
El viaje total es de aproximadamente 615 kilómetros y puede durar entre siete y ocho horas, dependiendo del tránsito y las paradas. También existen servicios de ómnibus de larga distancia con destino a Puan o localidades cercanas, aunque con menos frecuencia.
VILLA IRIS
La estación del Ferrocarril Bahía Blanca y Noroeste fue clave para el crecimiento y desarrollo de Villa Iris.
FOTO: ALE POLVORINES
Al estar algo alejada de los grandes centros urbanos, la tranquilidad de Villa Iris se conserva intacta. Ese es, precisamente, uno de sus mayores atractivos.