Sobrevivir a Cromañón y vivir para lograr un sueño: la historia del entrenador de la Selección de taekwondo

Tras haber sobrevivido al 30 de diciembre de 2004, Gabriel Taraburelli pasó muchos años buscando su propósito en la vida. La medalla de oro que ganó junto a Sebastián Crismanich en Londres 2012 fue clave para comenzar a encontrarlo.

La tragedia de Cromañón dejó 194 muertos y 1472 heridos, además de un sinfín de anécdotas y terroríficos recuerdos en quienes sobrevivieron y pueden contarlo. Uno de ellos es Gabriel Taraburelli, quien después de haber salido del boliche el 30 de diciembre, se convirtió en el entrenador de Sebastián Crismanich y de Juan Samorano; medallistas olímpico y paralímpico respectivamente.

"Creo que me encuentra más maduro, con objetivos que podrían haber sido y no sido también. Con más consciencia, pero sintiendo que fue ayer. Cromañón está dentro de mí y me acompaña todo el tiempo", reflexionó mano a mano con C5N.

Embed - Entrevista Gabriel Taraburelli

Cada persona tiene sus propios procesos. Cromañón, por muy trágico que haya sido, puede haber tenido múltiples significados para los sobrevivientes. En el caso de Taraburelli, el DT entendió que "va a ser una herida difícil de cicatrizar por todo lo que se vivió, nunca estuve preparado para todo eso...".

"Toda esa cuestión de no saber dónde estaba y de sentir que se me acababa la vida ahí, pensar en esos momentos límites: los gritos, las voces... todo eso fue muy impactante y creo que fue una herida, pero con el diario del lunes sí te podría decir que fue una enseñanza...Fue realmente el único momento en el que sentí que se me acababa la vida, que se terminaba todo. Sentí que el tiempo se había detenido y me hizo pensar en todo lo que no iba a poder ser en mi vida", manifestó.

Por cuestiones del destino o quien sabe por qué, Gabriel fue uno de los sobrevivientes. Después de haber coqueteado con la muerte, reconoce que todos los días se levanta pensando en cómo es que él sí pudo vivir y otros no: "Todavía no termino de entender por qué salí, sobre todo después de haber visto lo que vi porque una cosa fue adentro del lugar mientras que afuera fue una película completamente diferente".

Sobre esa noche, Taraburelli relató: "Yo había ido con mi primo, estábamos en el sector de arriba. Antes de que tocara Callejeros nos ubicamos en el campo como a la derecha. Después habló Chaban y dijo unas palabras agresivas, como que quería agitar. Al rato mi primo me dijo 'se pudrió todo' y pensé que se estaban pelenado, pero me señaló el techo y ahí vi que se estaba prendiendo fuego.

Luego continuó: "No tengo noción del tiempo, pero ahí explota todo y veo que empiezan a salir pelotas de fuego para la gente. La misma gente me empezó a llevar contra una barra y ahí logré saltar para el otro lado: empecé a ver que se caían los cajones de cerveza y se reventaban los envases. Ya descalzo me puse a esperar sentado encima de una montaña de personas mientras escuchaba los gritos y llantos de la gente y ahí solo podía pensar en que pasara lo peor".

Pero como una señal divina, la vida le dio a Taraburelli un guiño, una oportunidad más "Finalmente cuando no veía nada y ya no sentía gritos, escuché que se acercó un bombero y me fue guiando hacia la salida. Me dijo que caminara, fue alrededor de una cuadra y ahí salí".

Una vez que la vida te da una nueva chance, depende de cada uno sacarle provecho, encontrarle un propósito o hacer lo mejor posible con ello. Gabriel, en el momento de Cromañón, estaba retirado del taekwondo: "Si bien estaba entrenando porque tenía proyección para los Juegos de Atenas, me detectaron una gran cantidad de monóxido de carbono en los pulmones así que tuve que parar. El hecho de sobrevivir me hacía pensar en por qué me tocó a mí y por qué el bombero no se desvió, por qué no salí corriendo... así que decidí focalizarlo todo en el taekwondo".

"Me enfoqué en entrenar, empecé a estudiar, hice la escuela de taekwondo y me puse a concretar todo lo que me había propuesto. Era sentir que ahí era, me empezó a nacer esta cuestión de contagiar la importancia de de entrenar y competir al 100% y que la vida es hoy", destacó Taraburelli.

Su constancia y determinación lo llevaron a alcanzar lo máximo: fue el entrenador del Sebastián Crismanich campeón olímpico en Londres 2012 y del medallista de bronce de los Juegos Paralímpicos de Tokyo 2020 y París 2024, Juan Samorano.

taraburelli crismanich
Sebastián Crismanich ganó la medalla de oro en Londres 2012.

Sebastián Crismanich ganó la medalla de oro en Londres 2012.

Cromañón marcó su vida y lo sabe: "Siempre tengo en cuenta lo que pasó. Porque me ayudó a encarar los distintos procesos como entrenador y estuvo ahí durante toda mi carrera. Ahí me di cuenta que las cosas empezaron a tomar sentido y que en realidad nunca había dudado porque siempre sentí que lo podía hacer. Cuando se iban dando los resultados, reparé en que uno de los porqués estaba en esos momentos".

"Seguí vivo porque tenía este plan, porque iba a cambiar mi familia y porque el deporte iba a tener otro lugar", aseguró.

El entrenador de la Selección nacional vive con el recuerdo de Cromañón en su cabeza y en su sangre, pero también lo usa de adentro para afuera. "Hoy todos escuchan Callejeros mientras entrenamos, siempre está presente. Con el tiempo fui entendiendo que estas dos cuestiones fueron de la mano, tuve que vivido esto para conseguir estos resultados", cerró.

Taraburelli
Juan Samorano ganó su segunda medalla paralímpica en París 2024.

Juan Samorano ganó su segunda medalla paralímpica en París 2024.

DEJA TU COMENTARIO: