Los secretos detrás del campo de juego europeo de River: por qué es tan distinto al resto

El ingeniero agrónomo y el directivo encargado del área cuentan detalles sobre cómo mantienen un césped de elite que elogian todos: el sistema por debajo del campo, las gramas, el riego y el corte que quiere Gallardo. Los cuidados extremos, como un jugador más...

Hace al menos siete años, primero en un viaje por España donde los dirigentes visitaron los mejores estadios del país y luego en las entrañas del club, comenzó a pensarse otro Monumental. Era obvia la necesidad de tener otro estadio, más grande y moderno. Incluso se habló de 85.000 personas y un techo. Se debatía entre una casa nueva, cerca del Monumental, algo de última generación, bien europeo, y como segunda opción, una remodelación importante que potenciara el gran despertar de un gigante que había estado en la lona.

Así fue que, de a poco, comenzaron a darse los primeros pasos camino a un sueño ambicioso que hoy disfruta todo River. Mariano Taratuty, el profesional a cargo del departamento de Obras e Infraestructura desde 2019, atendió a C5N en su impecable oficina del primer piso del estadio. Luce nueva, como muchas cosas en el club. Y desde los ventanales se pueden ver decenas de obreros y andamios. Como hace más de cuatros años, desde que el club vive en obra, potenciando sus instalaciones y comodidades.

Elegantemente vestido, Mariano habla sin prisa pero sin pausa. Y reveló cómo, de chico, él ya dibujaba las remodelaciones que le haría al Monumental. “Imaginate lo que significa esto para mí”, contó, con una sonrisa, mientras mostraba una foto en la que se lo ve en medio del campo de juego del estadio, cuando se bajó el piso casi dos metros para la reconstrucción que comenzó en pandemia. “Hubo días que estábamos hasta la noche. Hasta me he quedado a dormir en esta oficina”, admitió.

river1.jpg

"Desde que planificamos la reforma, supimos que la etapa 1 era modernizar el campo de juego", señaló Mariano Taratuty.

Taratuty transita este momento con orgullo y responsabilidad, escuchando elogios pero también algunas críticas porque, sabe, que en este país si hacés cosas siempre van a encontrarte algo que decirte. “Nosotros hacemos, siempre vamos para adelante, estamos convencidos de lo que planeamos, pero también escuchamos al socio. Trabajamos para ellos, para que el club sea cada vez más grande, para dejar una huella”, explicó y rápidamente se metió en el tema en cuestión: el campo de juego, el césped, uno de los tantos “hijos” que tiene su gestión al frente del área más importante que tuvo el club en los últimos años.

“Sin dudas que, cuando planificamos la reforma, supimos que la etapa 1 era modernizar el campo de juego. Hicimos una investigación con nuestros ingenieros agrónomos y supimos que las últimas canchas mundialistas tenían sistema de césped hibrido con algunas variantes, que hablamos con la empresa inglesa (SIS Grass) designada para llevarla a cabo. Luego analizamos cuándo realizarlo, porque suponía 6-8 meses sin poder usar la cancha… Si algo bueno tuvo la pandemia, fue eso. Que pudimos aprovechar ese momento para comenzar las obras”, recuerda.

Cuando se pensó en un nuevo campo, se lo planificó al estilo River, buscando potenciar la filosofía de juego del club, de someter a los rivales con un fútbol veloz y variantes ofensivas, el sello de Gallardo. “Sí, claro, diste en la tecla, siempre se pensó en nuestro juego histórico. Y en lo que propone Marcelo, en el juego rápido que pedía, por eso nos inclinamos por este sistema. Había otras opciones, con más compuesto de tejido hibrido, que pica más, pero fuimos por esta combinación. Cuando Marcelo vio, en febrero del 2021, cómo iba la pelota, se puso muy contento. Era lo que siempre había buscado, sacarle provecho al estilo de juego que proponía”, profundizó Taratuty.

La apuesta rindió sus frutos porque el campo se transformó en un aliado y el equipo tuvo una larga racha de grandes resultados, especialmente con Martín Demichelis como DT. Incluso hubo rivales que, abiertamente, elogiaron el campo y destacaron lo difícil que era adaptarse para los equipos visitantes. “Es verdad, lo notamos. Se trata de un campo de juego europeo, pero dentro de los mejores de allá... Hay jugadores que vuelven al club que nos dicen que no todos en Europa tienen algo así. Lo mismo nos pasó cuando Scaloni vino con la Selección y lo destacó, especialmente la velocidad de la pelota. No perdemos de vista, además, que en el anterior, cuando llovía mucho, nos preguntábamos si se podría jugar o no, porque el sistema de drenaje era del Mundial 78. Ahora este soporta lluvias masivas, además de darnos una herramienta más para mejorar el juego”, aportó.

monumental
El estadio y el campo del Monumental están a la altura de los de cualquier grande de Europa.

El estadio y el campo del Monumental están a la altura de los de cualquier grande de Europa.

Para más precisiones sobre el campo nos atendió Francisco Picasso, ya al pie del impactante césped del estadio. Es el ingeniero agrónomo que lidera un equipo de cinco personas que cuida el verde del Monumental. “El campo es híbrido, tiene un mix de 95% césped natural y 5% de sintético, cosido en la base. El natural tiene mucha cantidad de Ryegrass, una variedad importada, más finita, y una parte de Bermuda, la clásica grama de los campos de juego en el país”, arrancó con su explicación.

Lo sorprendente es lo bien que luce el césped pese a que la Ryegrass es una variedad invernal. “En nuestro campo nos podemos dar ese lujo porque tenemos, por debajo, un sistema de losa radiante, cañerías de agua caliente y fría, con una serpentina, que nos permite regular la temperatura y así mantener mejor el césped, de acuerdo a como estén las condiciones del clima”, precisó sobre cuestiones que pocos saben. Un sistema que se hizo cuando se bajó el campo de juego casi dos metros y se construyó el nuevo campo con esta ecuación básicamente porque la temporada de fútbol en el país arranca muy temprano y termina tarde, lo que no permite cambiar gramas y empezar siempre de cero.

La otra clave pasa por el riego. Como es una construcción que no está sobre un suelo nativo, de tierra, como casi todas las otras en el país, sino que tiene un piso de arena, se usan riegos cortos y muy seguidos. River dispone de 35 aspersores valving head, que se controlan individualmente y con angulaciones. Hay 15 centrales, 16 laterales y 4 en los corners.

La utilización de insumos es alta, especialmente en semillas y fertilizantes, aunque Picasso explica que el club invirtió en una máquina que distribuye semillas al voleo pero sabiendo lo que necesita cada sector. Así se pasó de 600 a 350 kilos de semillas por la eficacia de la nueva tecnología.

El corte del césped se hace con máquinas autopropulsadas pero que deben ser guiadas por una persona y lo más interesante es el alto de la grama, muy variable dependiendo si hay partidos o no. Puede ir de 18 a 30 milímetros. Cuando no se juega está en al menos 25 (dos centímetros y medio) para que la planta no se estrese, explica. Y cuando se juega va de 22 para abajo. Nadie quiere hablar abiertamente de un tema que, en realidad, es un secreto a voces: Gallardo pide jugar en menos 20, porque busca un juego cada día más rápido. Es parte de la exigencia del DT, que está en cada uno de los detalles. Picasso evita hablar de esto, pero deja claro cómo es el tema. “Nosotros trabajamos para el equipo. Y si no está cómodo, la siente dura, blanda, el césped está corto o largo, tenemos actuar porque ellos son los que juegan y tienen la presión por ganar”, concluyó el especialista.

river2.jpg
Francisco Picasso lidera un equipo de cinco personas que cuida el verde del Monumental.

Francisco Picasso lidera un equipo de cinco personas que cuida el verde del Monumental.

En resumen estamos hablando de un campo totalmente distinto al resto. Por su constitución, sistema y distintas elecciones de grama y atenciones. Se trata de una cancha más dura, que hace que la pelota, desde su pique hasta su circulación, sea más veloz. “Acá pica y sale despedida, no amortigua como en un césped de suelo de tierra. Es todo más rápido y está claro que es más complicado para un rival que no está acostumbrado y viene una o dos veces al año”, agrega Picasso. Una dureza que también repercute en los músculos y articulaciones. Otro tema a tener en cuenta.

La importancia que adquiere el campo de juego hace que sea un jugador más en relación a los cuidados y River, como se nota, está a la vanguardia en el fútbol argentino. “Es un trabajo diario. Cada uno de los integrantes de mi equipo siempre está haciendo algo. Lo mismo pasa con el otro equipo, con más gente, que está a cargo en River Camp. En el estadio se suma la dificultad de que, al ser una cancha híbrida, no se puede poner panes de césped por encima. Para cuidarlo se requiere una planificación, con sembrados y riesgos permanentes”, explica Francisco.

Hay dos detalles que reflejan lo detallado que es el trabajo. Para las líneas que demarcan la cancha ya no se usa cal blanca sino pintura diluida. “La cal es muy abrasiva y después de un tiempo percute hacia abajo y no crece nada en la zona. Ahora se pinta todo con prolijidad y luego se diluye para recuperar la plata de ese lugar”, detalla. El otro tiene que ver con el uso de (seis) gavilanes que el club destinó, hace tres años, para que cuidaran el césped de las palomas. Como la tarea de las aves no fue lo efectiva que se esperaba, River dispone hoy a un empleado que se ocupa de espantarlas con pirotecnia y redes.

Los cuidados incluyen limitaciones extremas en el uso. Nadie puede pisar por fuera de una zona de césped 100% sintético que hay. Ni siquiera para sacarse una foto o hacer una nota. Mucho menos cruzar el campo o sacarse las ganas de hacer un pase o patear al arco. “Peleamos mucho por ese tema, insistimos mucho con el pisoteo de la cancha, porque en Argentina estamos acostumbrados que ‘esto es solo césped’, entonces la gente quiere cruzar caminando, pero no debe ser así. Un campo así es para 22 jugadores y los árbitros, después no tendría que pisarse nunca. Por eso la nota la hacemos afuera del campo. Es para jugar al fútbol profesional, no para otra cosa”, resalta Picasso.

El césped es casi como un hijo para él y admite que sufre especialmente cuando los arqueros, que son muy grandes y “calzan 45 o 46”, marcan surcos en los palos para tener referencias. “No me pasa tanto cuando los defensores van al piso porque al ser un suelo arenoso y tener fibras sintéticas, no se levantan panes como en otras canchas”, comentó.

Piccaso sólo cede al pedido de Gallardo de entrenarse en el estadio el día previo al partido de local. “Siempre los entrenamientos dejan roturas, manchas, pero es una cuestión de aclimatación y se entiende el pedido. Pero por eso ahora se empezará a avanzar en un campo igual en el River Camp, así el equipo puede entrenarse toda la semana allá y preservar totalmente el de juego”, comenta. Taratuty confirma lo adelantado. “Sí ese es otro pedido de Marcelo para completar el círculo. Gallardo ha sido una especie de arquitecto desde el día 1, en la búsqueda de mejorar el centro de entrenamientos, la concentración, los vestuarios… Y ahora se suma este nuevo que comenzará en breve”, informó.

Gallardo
Gallardo pide jugar con el césped bien corto, para lograr un juego cada día más rápido.

Gallardo pide jugar con el césped bien corto, para lograr un juego cada día más rápido.

Hoy, como se nota, son demasiados los detalles a seguir. “Es un trabajo que se ha profesionalizado muchísimo, principalmente en Europa, que siempre fue pionero y nosotros tratamos de copiar en algunas cosas. Pero acá, en el país, siempre hubo buenos campos. Independiente y Vélez han sido históricamente los clubes que mejor trabajan, presentando siempre campos tope de gama. Hoy me animo a decir que River está a la vanguardia. Por presupuesto, tecnología y por el equipo que tenemos, aunque reconocemos que tampoco es que inventamos nada”, reconoció, sin esperar grandes reconocimientos.

“Somos conservadores y no hacemos el trabajo para ser elogiados. Estamos atentos a lo que se nos pide, estamos para que la cancha sea un jugador más, sea una ventaja sobre el resto, tampoco hacemos el trabajo para que nos reconozcan”, comenta quien pocos días después viajó a San Martín de los Andes para acondicionar los campos de juego donde River hará la pretemporada desde el 3 de enero.

Lo que cuentan desde River no es algo subjetivo sino que es algo medible, según los estándares de FIBA. Hay mediciones de decenas de variables -según lineamientos del organismo mundial- y cada una arroja una puntuación general que valora la cancha. “Desde que estamos nosotros nunca bajamos de 8.5 puntos, realmente estamos muy altos en el ranking mundial”, dice Picasso sin precisar el puesto de River pero dejando claro que esos números ratifican lo que se ve a simple vista. “Hay muchas métricas, desde cuánto pica la pelota, a qué velocidad rueda, que tracción hay en el juego…. Y realmente en todas estamos muy bien”, resalta.

Es un paso más de River institución. La histórica y soñada transformación del Monumental incluyó mucho más que pasar de 62.000 a 85.000 personas y acercar las tribunas al campo de juego (10-12 metros). También modernizó butacas, baños, conexión, puestos gastronómicos, palcos y accesos, mejorando drásticamente la experiencia de ir al Monumental, sin dejar de pensar en lo más importante, ganar en la cancha, como manda su historia. Y siempre es más fácil con un campo europeo dentro de un estadio europeo que explota en cada partido.

TEMAS RELACIONADOS
DEJA TU COMENTARIO: