Cuando Marte está en retrogradación, su energía no fluye de manera directa, sino que parece moverse hacia atrás desde nuestra perspectiva en la Tierra. Esto puede influir en nuestra acción, iniciativa y deseo de avanzar. ¿Qué significa?
En lugar de lanzarnos de cabeza, nos vemos obligados a revisar, replantear y ajustar nuestras estrategias.
Cuando Marte está en retrogradación, su energía no fluye de manera directa, sino que parece moverse hacia atrás desde nuestra perspectiva en la Tierra. Esto puede influir en nuestra acción, iniciativa y deseo de avanzar. ¿Qué significa?
Durante la fase retrógrada del planeta marciano, la sensación de avance puede ralentizarse, generando retrasos en los planes y obligándonos a ajustar nuestras expectativas. Las emociones también pueden verse sacudidas, trayendo a la superficie conflictos no resueltos, especialmente en el ámbito familiar o con figuras de autoridad.
La vibra de la esfera que rige a aries, no se traslada con su habitual fuerza impulsiva, por lo que es un escenario de construcción interior, donde en lugar de lanzarnos a la acción sin medir consecuencias, es preferible replantear búsquedas y elegir con mayor conciencia nuestras batallas. Para transitar esta etapa con mayor claridad, es importante revisar los planes antes de actuar, manejar los impulsos emocionales con inteligencia y aceptar las pausas como parte del proceso. Resolver asuntos pendientes antes de iniciar algo nuevo permitirá que, una vez que el astro retome su curso directo el 23 de febrero, la acción fluya con mayor claridad y efectividad.
Durante este ciclo, Marte pasa de Leo (signo de fuego, ligado a la expresión, la valentía y el orgullo) a Cáncer (signo de agua, conectado con la sensibilidad, la protección y el pasado). Esto genera tensiones entre la necesidad de afirmarnos con fuerza y la tendencia a replegarnos emocionalmente.
En Leo (se dio hasta el 6 de enero de 2025): pudo sentirse como si la confianza personal tambaleara, trayendo dudas sobre nuestra capacidad de liderazgo o creatividad. No es momento de forzar, sino de revisar qué batallas valen la pena.
En Cáncer (del 6 de enero al 23 de febrero de 2025): nos empuja a revisar emociones profundas, asuntos familiares y decisiones tomadas por impulso en el pasado. También puede traer fricciones internas entre el deseo de proteger y la necesidad de actuar.