En tanto, esta situación se produce en el marco de que según un informe de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), que se dio a conocer en marzo de 2023, en la Argentina apenas el 35% de las licencias de conducir pertenecen a mujeres y sólo 2 de cada 10 ocupa el lugar de conductora en los vehículos en la vía pública. No obstante, entre 2019 y 2022 la emisión de carnets para mujeres saltó del 28% al 31%.
La psicóloga Noelia Duchini (@manejar_tu_ansiedad en Instagram) explicó en diálogo con C5N las características de los miedos intensos y marcó que la amaxofobia es habitual en la población: "Una fobia es un miedo muy grande a algo específico. Por lo general, para evitar sentir ese miedo tan grande o esa ansiedad tan grande y todo el malestar que eso tiene asociado, se evita lo que produce una fobia. La amaxofobia es frecuente".
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La mayoría de las licencias de conducir en la Argentina pertenecen a hombres.
En tal sentido, detalló las principales señales de alerta de este temor: "Hay personas que tienen un miedo muy intenso y que quieren manejar y sufren por no hacerlo. Se lo ponen como objetivo pero no pueden, lo padecen y cada vez que lo intentan sienten muchísima ansiedad y tienen síntomas físicos como taquicardia o falta de aire. Esos son los cuadros más agudos". También se puede registrar una gran transpiración y contracciones musculares involuntarias, además de otros indicadores.
"También hay muchas personas que no llegan a ese nivel de ansiedad porque evitan manejar y dicen 'yo no manejo porque me da miedo', pero no lo intentan. Es muy común eso", agregó en esta línea.
Por su parte, la instructora de manejo Amalia "Meli" Coss (@yopuedo_manejar en Instagram) precisó con C5N uno de los factores que inciden en la aparición de la amaxofobia: "Hay que tener en cuenta cuando se tiene autos compartidos, que es una situación que muchas veces ocurre en las parejas, cuando uno le dice al otro 'no lo rayes' o 'no lo toques con nada'. Eso genera miedo al volante".
La convivencia en la calle, un componente crucial en el miedo a conducir
Los especialistas coinciden en que la interacción en la vía pública es un factor clave para que se origine la amaxofobia. Atropellar peatones, molestar a otros conductores y equivocarse en el manejo del vehículo como en las maniobras con la palanca de cambios son los miedos más habituales.
"Hay un alto nivel de perfeccionismo y el temor a equivocarse, cuando en la calle todo el tiempo hay exposición a cometer errores. Además, también se puede sentir una falta de control de la situación porque muchas veces en la calle se siente que uno puede controlar su auto, pero no lo que hacen los demás", expresó Duchini con respecto al dominio de las inquietudes.
En tal sentido, la psicóloga Mariel Rascovan (@poderalvolanteok en Instagram) ejemplificó con C5N sobre la relación con otros conductores en la vía pública: "Es una inseguridad que puede estar también marcada en otras áreas de su vida, no necesariamente en el manejo. Hay algo muy puntual que a estas personas se les aparece de manera simbólica que es un límite que consiste en no incomodar a otros conductores, cuando en el manejo se requiere marcar una presencia y decir 'acá estoy', 'tengo que pasar' o 'dejame estacionar'".
Por otro lado, las expertas analizaron los motivos por los cuales se puede generar la amaxofobia. "Una de las causas del miedo a manejar son los hechos traumáticos, como accidentes que pueden ser graves o no. Por ejemplo, tengo pacientes que me dijeron que alguien los tiró de una bicicleta o que vieron un pequeño accidente", señaló Duchini.
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La relación con otros conductores suele incidir en la amaxofobia.
Télam
Un desafío que enfrentan mayormente las mujeres
En tanto, las profesionales aclararon que la amaxofobia la sufren mayormente las mujeres, aunque también se registraron casos en los hombres. "Es una problemática que está atravesada por una cuestión cultural. Históricamente, el campo del manejo y del tránsito estuvo ocupado por varones. Eso se refleja en que hay muchas más mujeres que sienten o cuentan que tienen miedo para manejar", expresó Rascovan.
"En general, los casos son mujeres que tienen entre 30 y 70 años. No tengo consultas de adolescentes. Hoy por hoy, las mujeres tienen más ganas y se animan mucho más. También es común que consulten personas que sacaron la licencia de jóvenes y nunca manejaron, por lo que no afrontaron la situación de conducir en la calle", agregó la psicóloga en esta línea.
Por su parte, Duchini diferenció las posturas entre las mujeres y los hombres: "Las mujeres suelen tener más conciencia del riesgo y eso también las hace más temerosas. También ocurre que los hombres que tienen miedo a manejar no lo hablan tanto porque sienten vergüenza. A pesar de que ahora está cambiando, en general los hombres tienen contacto con el mundo de los autos desde que son muy chicos, por lo que lo tienen naturalizado".
En este marco, expuso que en promedio, el mayor temor es ser responsable de sufrir un accidente de tránsito. "Por lo menos en las mujeres, el mayor miedo es a tener un accidente, aunque precisamente es un temor a ser responsable de un accidente porque como peatones o acompañantes viajan tranquilas en un contexto en el que el 50% de los accidentes que tienen las mujeres son como acompañantes", marcó.
También, Coss remarcó la gran proporción de mujeres a las que instruye en comparación con los hombres: "El 90% de las personas a las que les doy clase son mujeres. En hombres, tengo a varios chicos de 17 años que están por sacar el registro, aunque también hay algunos de unos años más grandes. Es raro encontrar a hombres de 30 o 40 años porque en general en estos casos no les llama la atención manejar, aunque siempre hay".
Superar la barrera: afrontar el miedo a conducir vehículos
Por otra parte, para vencer el miedo, las especialistas recomendaron abordar la situación y no eludirla, lo que además se traslada hacia otros tipos de fobias. Se trata de un factor trascendental para dejar atrás los temores.
"El pánico y el miedo al tránsito se mejora con la ayuda de la práctica. Si bien a algunos les lleva más tiempo y a otros menos, todos logran superarlo. Es importante tener ganas y una actitud positiva. Al principio probablemente las personas salgan a la calle en seis puntos, pero el nivel se corregirá con bocinazos o situaciones que surjan", aconsejó Coss acerca del tratamiento de la amaxofobia.
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Practicar conducir vehículos ayuda a vencer la amaxofobia.
En esta línea, la instructora de manejo se refirió a su accionar en los vehículos mientras da clases: "Uno de mis consejos es encender la radio para no estar en el foco de lo que se está haciendo y que el alumno se olvide de que está manejando. La idea es que lo hagan automático".
En tanto, subrayó la relevancia de contar con constancia. "También acostumbro a hablarles mucho para que me contesten y sacarlos del foco. Hay que tener mucha práctica, perseverancia y confiar. Mi idea es que ni bien mis alumnos terminan de tener clases conmigo, saquen el registro porque cuanto más se tarda, después también más va a costar", manifestó.
"Para el miedo a manejar se recomienda principalmente la terapia cognitiva conductual, que propone acercarse al objeto temido, en este caso a manejar, de manera muy gradual. Por ejemplo, primero las personas se pueden sentar en el auto y prender las luces, después realizar pequeños movimientos con el vehículo y avanzar a medida de que se tolera la ansiedad que se genera. También se puede realizar ejercicios de respiración", explicó por su parte Duchini.
Asimismo, Rascovan aconsejó particularizar la amaxofobia: "Recomiendo que las personas hagan el ejercicio de caracterizar los miedos que tienen y al mismo tiempo que piensen sobre cómo y cuándo decidieron aprender a manejar y cómo vivieron sus experiencias practicando. A partir de ahí, se pueden ubicar pistas para pensar en cómo avanzar".
Por último, la psicóloga hizo alusión a las condiciones emocionales: "Muchas veces les digo a mis pacientes 'estuviste 20 años sin manejar. No te vas a curar ahora para que salgas a manejar en dos semanas'. Eso es significativo porque ordena la situación emocional de cada persona para trazar un recorrido donde las personas se reencuentren con la posibilidad de manejar en un ámbito seguro. También muchas veces acompaño en el auto o hago que mis clientes piensen en con quién se les ocurre que podrían salir a manejar".