A sus 61 años, el actor sorprendió con un renovado estilo para interpretar a un veterano piloto de Fórmula 1 en su nuevo filme.
El “buzz cut” vuelve a marcar la imagen de Brad Pitt en una interpretación que lo desafía como piloto veterano.
Brad Pitt reapareció en la alfombra roja del estreno mundial de F1, su más reciente película, con un impactante cambio de imagen que no pasó desapercibido. El actor de 61 años volvió a lucir su emblemático corte tipo “buzz cut”, estilo que originalmente adoptó en 2004 y que ahora se asocia con su personaje Sonny Hayes, un piloto retirado que regresa a la pista tras casi treinta años.
Este nuevo look acompaña una transformación profesional y personal para Pitt. En declaraciones a medios internacionales, reconoció que el cambio responde a la preparación para su papel en la cinta, donde encarna a un excompetidor de Fórmula 1 que debe volver a la competición para rescatar a su equipo en declive. La película fue rodada en escenarios emblemáticos del automovilismo mundial, como Silverstone, Spa-Francorchamps y Yas Marina.
El actor se mostró entusiasmado con las experiencias durante el rodaje, especialmente con la sensación de “calma” y “paz” que le provoca conducir a altas velocidades, una vivencia que describió como casi sagrada. Además, llegó acompañado por su pareja, Inés de Ramón, quien deslumbró con un elegante conjunto azul celeste, en un evento que combinó cine, moda y motor.
Aunque Brad Pitt y Tom Cruise son dos de las estrellas más importantes del cine actual, su vínculo profesional ha sido limitado, con apenas una colaboración en Entrevista con el vampiro hace más de tres décadas. Sin embargo, la reciente cercanía de sus películas (Misión imposible: Sentencia final y F1: La película) ha reavivado el interés sobre una posible nueva alianza en pantalla.
Brad Pitt, ganador del Oscar por su papel en Érase una vez en Hollywood como el carismático doble de acción Cliff Booth, ha impulsado una secuela de esa historia bajo el ala de Netflix. Sin embargo, a diferencia de Cruise, conocido por sus arriesgadas escenas en las que él mismo realiza acrobacias extremas, Brad Pitt prefiere mantener ciertas reservas.
Consultado sobre si volvería a trabajar con Tom Cruise, Brad Pitt respondió con humor y cautela: “No voy a colgarme de aviones ni hacer mierdas de esas, así que si hacemos algo, que sea en tierra”. Esa condición resalta la diferencia en sus enfoques respecto a la acción, pese a que ambos comparten talento y dedicación en la conducción.
El director Joseph Kosinski, que trabaja en ambos proyectos, destacó que Tom Cruise lleva todo al límite, mientras que Brad Pitt se muestra más mesurado. Esta combinación de estilos hace que cualquier futura colaboración sea esperada con gran interés por la industria y el público.
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