El 2024 fue un año marcado por la intensificación de las guerras. También fue un año en el que la población de 70 países se movilizó a las urnas para elegir presidente. ¿Qué nos espera ahora en 2025?
¿Podrá el nuevo año traer un poco de paz, después de tres años de escaladas, y miles de muertos?
El 2024 fue un año marcado por la intensificación de las guerras. También fue un año en el que la población de 70 países se movilizó a las urnas para elegir presidente. ¿Qué nos espera ahora en 2025?
Ya sabemos que no habrá tantos comicios presidenciales. En nuestra región, las elecciones más importantes tendrán lugar en Ecuador, Bolivia, Chile y Honduras, y de esta manera el mapa probablemente quedará configurado hacia la izquierda… La elección que habrá que seguir con más atención es la de Bolivia, en donde Evo Morales intenta presentar su candidatura, disputándole el MAS al presidente Luis Arce, a pesar de la decisión del Tribunal Supremo de Justicia del país, en medio de órdenes de detención en su contra por abuso sexual a una menor y la movilización y bloqueos de miles de sus seguidores.
En Europa, la elección más importante se dará en Alemania, donde el canciller Olaf Scholz viene de perder el voto de confianza en el Parlamento, y donde en sus últimas elecciones regionales, la ultraderecha se impuso y podría repetirse la tendencia. Y en Siria, tras el derrocamiento de Bashar al-Assad, el gobierno de transición anunció que se celebrarán elecciones en marzo, y la gran incógnita es saber qué tipo de gobierno tendrá en adelante, tras 50 años de autoritarismo.
La mayor cantidad de noticias y resoluciones, probablemente las conoceremos en la primera mitad del año. El 10 de enero se espera el comienzo de un nuevo mandato presidencial en Venezuela, después de que en julio se realizaran unas elecciones presidenciales calificadas como fraudulentas por casi todos los países del mundo. Nicolás Maduro da por hecho que asumirá. Edmundo González anunció que regresará de España a Venezuela para su investidura, y que María Corina Machado será su vicepresidenta. Diosdado Cabello ya avisó que cuando el líder opositor ponga un pie en Venezuela será detenido.
Diez días después será la inauguración presidencial en Estados Unidos, después de unas elección histórica de Donald Trump que promete resolver grandes conflictos mundiales a la brevedad. En un gesto inédito en el protocolo estadounidense, Trump invitó a Javier Milei, Georgia Meloni, Nayib Bukele y Xi Jinping a su asunción. Hay gran expectativa sobre las órdenes ejecutivas que pueda firmar en las primeras horas de su mandato, que ya anunció que serán una veintena.
Se lo seguirá muy de cerca por las decisiones que pueda tomar en materia migratoria, sobre el aborto, eficiencia del Estado, y participación en organismos y acuerdos internacionales. Incluso, sobre el rol que tendrá EE.UU. dentro de la OTAN. Ya lo hizo antes y es probable que lo repita, presionará a los países de la OTAN para que destinen mayor presupuesto a la Alianza, teniendo en cuenta que EE.UU. es el país que más aporta, con una gran diferencia respecto de los otros miembros.
En ete punto, la OTAN se vuelve clave en el desenlace de la guerra entre Rusia y Ucrania. Ucrania necesita que EE.UU. y los aliados continúen suministrando armamento y apoyo económico para sostenerse en pie en el campo de batalla. La gran expectativa es la mesa de diálogo para la paz. Donald Trump anunció que trabajará en un acuerdo con ambos países y que mantendrá contacto con ambos mandatarios. Apenas electo, Vladimir Putin lo elogió y se mostró dispuesto a restablecer comunicaciones con Washington. Tras casi tres años de guerra, la presión y el agotamiento de las tropas es máximo, por eso Volodimir Zelensky también está dispuesto a conversar, pero sin grandes concesiones. Rusia exige retener los cinco territorios que ha ocupado y que Ucrania no ingrese a la OTAN. Zelensky pide todo lo contrario.
La otra gran guerra que exige un final es la de Israel y Hamas en Gaza. Más de un año después, aún hay 100 rehenes en la Franja, de los cuales se estima que 60 estarían vivos. Donald Trump prometió un “infierno” en Medio Oriente si Hamas no los libera antes del 20 de enero, día de su asunción. El acuerdo llegaría en etapas, con intercambio por prisioneros palestinos en Israel, pero el Estado judío exige mantener el control de seguridad sobre ese territorio después de la guerra.
Un nuevo año que puede traer un poco de paz, después de tres años de escaladas, y miles de muertos.