A la hora de desayunar o merendar, además de considerar el mate como opción, muchas personas dudan entre tomar un té o un café. Ambas bebidas ofrecen múltiples ventajas para la salud, desde la prevención de enfermedades hasta el aporte de antioxidantes. Estas infusiones pueden mejorar el bienestar si se consumen con moderación, aunque cada una tiene propiedades únicas que se ajustan a diferentes objetivos, como mejorar el rendimiento físico o reducir el colesterol.
Mientras que un consumo excesivo puede afectar el sueño, en cantidades adecuadas, tanto el té como el café complementan un estilo de vida saludable. Elegir por una u otra depende de las necesidades y gustos personales: el té es ideal para quienes buscan controlar el peso o cuidar su corazón, mientras que el café se asocia con mayor energía y prevención de diabetes tipo II.
Ambas opciones poseen antioxidantes que combaten los radicales libres, aunque sus efectos varían. Por ejemplo, el té favorece la hidratación y mejora procesos inflamatorios, mientras que el café regula el azúcar en sangre y ayuda a prevenir el alzhéimer.
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Qué es mejor para la salud: tomar té o café
El té contiene teína, absorbida de manera gradual, mientras que el café aporta cafeína con efectos más rápidos, pero menos duraderos. En cuanto a cantidad, una taza de café proporciona hasta 100 mg de cafeína, en comparación con los 15-70 mg de teína del té. Estas diferencias influyen en la energía que proporcionan: el café actúa como un estímulo inmediato, mientras que el té lo hace de forma sostenida.
En términos de antioxidantes, ambas bebidas son eficaces contra los radicales libres, pero el té destaca por reducir el colesterol y prevenir ciertos tipos de cáncer, mientras que el café regula los niveles de azúcar en sangre. Además, el té hidrata y es una excelente opción para deportistas, algo que no ocurre con el café.
El té verde es conocido por acelerar el metabolismo, lo que lo convierte en un aliado para perder peso. Consumir 3-6 tazas diarias también ayuda a controlar la presión arterial y prevenir enfermedades cardiovasculares, gracias a su capacidad para reducir el colesterol LDL y mejorar la circulación sanguínea.
El café mejora el rendimiento físico al elevar la adrenalina y aporta nutrientes esenciales como vitaminas del grupo B y minerales. Además, su consumo diario está relacionado con un menor riesgo de desarrollar diabetes tipo II, ya que puede disminuir la resistencia a la insulina.
No hay una respuesta definitiva sobre cuál es mejor. Si se busca perder peso o prevenir enfermedades cardíacas, el té es un gran aliado, mientras que si se necesita energía extra o se busca reducir el riesgo de diabetes, el café es una excelente opción. Sea cual sea la preferencia, es importante recordar que hay que consumir ambas infusiones con moderación para disfrutar al máximo sus beneficios.