El tenista italiano Jannik Sinner, quien encabeza el ranking ATP, visitó al papa León XIV en el Vaticano y se transformó en el primer deportista en mantener un encuentro con el nuevo pontífice, luego de que se convirtiera en el líder de la Iglesia católica el jueves, como sucesor de Francisco.
La visita de Sinner al papa León XIV se produjo durante un día de descanso, en la previa del partido que jugará con Casper Ruud este jueves por los cuartos de final del Masters 1000 de Roma. Durante la reunión, el pontífice, quien es fanático del tenis, bromeó luego de recibir una raqueta del italiano y le preguntó si "podría jugar jugar en Wimbledon", en referencia a uno de los Grand Slams.
Previo a ser elegido Papa, Robert Prevost expuso su gusto por el tenis. "Me considero un tenista bastante amateur. Desde que me fui de Perú he tenido pocas ocasiones para entrenar, así que estoy deseando volver a las pistas", expresó.
Por su parte, Sinner, volvió a la actividad luego de cumplir una sanción de tres meses por dar positivo en un control antidoping que se realizó a principios del año pasado. El italiano superó este martes al argentino Francisco Cerúndolo, para avanzar a los cuartos de final del Masters 1000 de Roma.
El papa León XIV pidió por la paz en Oriente: "¡Que callen las armas!"
El papa León XIV recibió en audiencia a los participantes en el Jubileo de las Iglesias Orientales e insistió en su llamado para devolver al mundo la "dignidad de la paz". "Para que esta paz se difunda, emplearé todos mis esfuerzos. La Santa Sede está disponible para que los enemigos se encuentren y se miren a los ojos. Con el corazón en la mano, digo a los responsables de los pueblos: ¡encontrémonos, dialoguemos, negociemos!", convocó.
El encuentro, del que participaron representantes de, entre otras, las iglesias Greco-Melquita Católica, Greco-Católica Ucraniana y Greco-Católica Rumana, se realizó este miércoles en el Aula Pablo VI.
"Me alegra encontrarlos y dedicar a los fieles orientales uno de los primeros encuentros de mi pontificado", expresó el pontífice a la multitud reunida en Roma con motivo del Jubileo dedicado a ellos, que se celebra del 12 al 14 de mayo.
En su discurso, el Papa llamó a los líderes de los pueblos al diálogo para que "callen las armas", y puso el foco en los conflictos que afectan muchas de las regiones de las que proceden estos fieles orientales. "De Tierra Santa a Ucrania, del Líbano a Siria, de Oriente Medio a Tigray y el Cáucaso, ¡cuánta violencia!", expresó, y les pidió seguir "brillando por la fe, la esperanza y la caridad", porque son "preciosos" para la Iglesia.
"¿Quién más que ustedes pueden cantar palabras de esperanza en el abismo de la violencia? ¿Quién más que ustedes, que conocen de cerca los horrores de la guerra, tanto que el Papa Francisco llamó 'martiriales' a sus Iglesias?", planteó.