Durante el invierno, el aumento en el uso de artefactos eléctricos para combatir el frío incrementa el riesgo de accidentes domésticos, especialmente incendios. Uno de los aparatos que más se pasa por alto, pero que representa un verdadero peligro si no se usa de forma adecuada, es el horno eléctrico.
Aunque su función principal es calentar alimentos, su uso continuo o incorrecto puede generar fallas térmicas y sobrecargas en instalaciones eléctricas saturadas por otros dispositivos de alto consumo. Este riesgo se potencia si el horno queda enchufado sin supervisión o si se emplea como una fuente alternativa de calefacción.
Entre cables sobreexigidos, componentes deteriorados y descuidos frecuentes, este electrodoméstico se convierte en una amenaza real dentro de la cocina si no se toman medidas preventivas básicas.
Horno eléctrico
Cuánto cuesta un horno eléctrico en febrero 2024
Pexels
Cómo evitar incendios con el horno eléctrico
Para reducir el peligro de que un horno eléctrico provoque un incendio, lo principal es desconectarlo siempre que no esté en uso. Aunque parezca un detalle menor, dejarlo enchufado puede sobrecargar el sistema, especialmente en casas con cableado antiguo o sin mantenimiento.
También es clave evitar utilizarlo como si fuera una estufa. A diferencia de los equipos diseñados para calefaccionar, los hornos no cuentan con sistemas de apagado automático que regulen el calor de forma segura. Una falla en el termostato podría hacer que siga calentando sin control, elevando la temperatura a niveles peligrosos.
Otro aspecto fundamental es la limpieza. Los restos de comida, papeles o grasa acumulada en el interior pueden encenderse fácilmente si las resistencias alcanzan altas temperaturas. Por eso, conviene revisar su estado con frecuencia y asegurarse de que no queden elementos inflamables dentro.
COLOCACION HORNO ELECTRICO
FREEPIK
Además, se recomienda no dejar el horno funcionando sin supervisión, sobre todo durante la noche o al salir del hogar. Las emergencias pueden desarrollarse en minutos, y estar presente para actuar a tiempo puede marcar la diferencia.
Por último, desenchufar los electrodomésticos cuando no se los necesita también ayuda a ahorrar energía. Aunque estén apagados, algunos siguen consumiendo electricidad si están conectados. Esta práctica no solo previene accidentes, sino que también impacta de forma positiva en la factura de luz.