El descubrimiento de la NASA que tiene en vilo al mundo: un planeta parecido a la Tierra podría albergar vida

Científicos encontraron un cuerpo celeste con altas posibilidades de albergar vida. Su dimensión y proximidad a la esfera terrestre lo hacen un lugar clave para la indagación de la vida alienígena.

En un descubrimiento que le da un giro a nuestra indagación de vida extraterrestre, un equipo de estudiosos en conjunto con la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) garantizaron la existencia de un planeta parecido en tamaño a la Tierra, con condiciones para albergar vida y en un sistema vecino.

Esta investigación fue llevada a cabo por el cuerpo de científicos de todo el mundo, con el sostén de la Universidad McGill y la Universidad Western. El descubrimiento se concretó gracias a los telescopios y los métodos de observación utilizados por la agencia norteamericana.

Se trata del descubrimiento de Gliese 12 b, un suceso que brinda una chance especial para evolucionar en la búsqueda de vida en otras superficies planetarias y perfeccionar nuestro entendimiento sobre la habitabilidad cósmica. Además, Gliese 12 b es un exoplaneta que rota a la estrella Gliese 12, también denominada UV Ceti, una enana roja situada a aproximadamente 8.6 años luz del globo terrestre en la constelación de Cetus

Gliese 12 b

Cómo es el planeta que descubrió la NASA y por qué podría ser habitable

Gliese 12 b es una esfera de tamaño similar a la esfera terrestre que se ubica cerca del borde interno del espacio habitable de su estrella, donde las circunstancias podrían habilitar la existencia de agua líquida. El planeta se sitúa a 40 años luz de distancia, un dato que estima una aproximación relativamente cercana a nuestro planeta.

Este cuerpo celeste orbita alrededor de Gliese 12, una enana roja chica y helada, pero atípicamente inactiva. Esto quiere decir que los planetas que la orbitan, como el expoplaneta en cuestión, están expuestos a escenarios menos radicales, lo que optimiza sus probabilidades de ser habitables.

La cercanía de Gliese 12 b con la esfera terrestre facilita estudios más específicos, especialmente a través de la espectroscopía de transmisión atmosférica, que puede develar la constitución de su entorno. Este tipo de análisis es clave para discernir elementos cruciales para la vida y comprender mejor qué factores hacen a un planeta apto para vivir.

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