Detuvieron a dos espías rusos en Eslovenia con pasaportes argentinos

María Mayer y Ludwig Gisch fueron arrestados en Liubliana acusados de actividades de inteligencia ilegal. Vivieron durante varios años en Buenos Aires y tienen hijos nacidos en el país.

Una pareja de rusos que tenían pasaportes argentinos y dos hijos nacidos en nuestro país fueron detenidos en Eslovenia, acusados de espionaje ilegal. Habían vivido varios años en el barrio porteño de Belgrano y su captura genera más preguntas que certezas sobre su accionar.

Una investigación del diario británico The Guardian dio a conocer la existencia de María Mayer y Ludwig Gisch, una pareja que llevaba una vida aparentemente tranquila en las afueras de Liubliana, la capital eslovena. Pero había más en ellos de lo que mostraban a sus vecinos.

La familia había llegado hacía poco a Eslovenia y aducían que la mudanza se debía a que huían de "la inseguridad en Argentina". Según sus pasaportes argentinos, él era nacido en Namibia y ella en Grecia. Sin embargo, un dato anónimo alertó a las autoridades que se trataba de espías rusos, por lo que fueron detenidos en diciembre.

La investigación apunta a que se trataba de agentes de una red de espionaje ilegal, sin vínculos con la inteligencia de Moscú. "Los sospechosos son miembros de un servicio de inteligencia extranjero, que usaron documentos de identidad obtenidos ilegalmente para vivir y trabajar en Eslovenia y recolectar información secretamente", señaló Drago Menegalija, vocero de la Policía de Liubliana.

Cómo era la vida de los espías rusos en Argentina

María Mayer y Ludwig Gisch alquilaban un departamento en un edificio de O'Higgins al 2100, en el barrio porteño de Belgrano, donde tenían poco trato con sus vecinos. Sus hijos habían nacido en Argentina, en 2013 y 2015. Este detalle es una de las hipótesis de que posean pasaporte argentino, ya que quienes tienen hijos en el país pueden acceder a él sin necesidad de acreditar 2 años de residencia. Otra opción es que sea comprado o falsificado.

Ludwig era dueño de DSM&IT, una startup informática. Se había registrado como monotributista y proveía servicios de informática y consultoría de sistemas. Más tarde, pasó a ser responsable inscripto.

María, por su parte, opera una galería de arte online con presencia en redes sociales, donde se ven sus viajes por varios países. Se sospecha que se trataba de una fachada para poder moverse y realizar sus operaciones.

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