Mauricio Macri, una imagen negativa irremontable

Acorralado por el rechazo popular, el expresidente se repliega sobre su espacio y aspira a seguir siendo el líder de Juntos por el Cambio.

Maurico Macri se bajó de la carrera presidencial. Escudriñaba el horizonte, y esperaba el milagro. Los propios lo reconocen como su líder, como quien corta el bacalao. Pero puertas afuera el clamor popular nunca llegó. Para los propios es un “estadista”, pero para los que son de palo Mauricio, que es Macri, es uno de los peores presidentes de la joven democracia.

Espiador serial, contrabandista exculpado, endeudador sin arreglo, y demócrata limitado, Macri gusta de ubicarse del lado liberal, del lado derecho. Le cuestan las reglas democráticas, y como un niño caprichoso, reniega de los derechos, que para él son un “curro”.



Así, después de cuatro años de gobierno, no pudo seguir adelante con la construcción de su Argentina para los próximos 20 años porque no pudo con la reelección. Macri se aferró al 40,3% que obtuvo en las elecciones del 2019, esperaba que sobre esos 10.811.586 votos que consiguió podría construir una vuelta triunfal. Según él, la grieta es “moral”, y parece que la realidad le da la razón, porque desde que dejó la presidencia su imagen negativa no para de caer.

Apenas anunció su decisión, los candidatos de Juntos por el Cambio salieron en coro a destacar su rol de liderazgo. Claro, un liderazgo sin arraigo popular.

Por caso, una encuesta de Nueva Comunicación realizada en febrero mostró que la imagen negativa de Mauricio Macri alcanza el 73% en suelo bonaerense, teniendo el peor diferencial de los dirigentes políticos con -50 puntos porcentuales.

A nivel nacional, la imagen negativa del expresidente oscila entre el 50% y el 60%, con un diferencial negativo que el tiempo no hizo más que empeorar.

Al rechazo popular se suma que tal como el mismo reconoció, a Macri lo aburre la gestión pública, el trabajo por los otros. De hecho, contó tiempo después que mientras era presidente a las 19 terminaba con sus tareas para poder ver Netflix.

Mauricio Macri jugaba al misterio, y regalaba fotos con sus candidatos. Ahora, la interna entre halcones y palomas estará liberada, y será encarnizada.

En un escenario político en donde las encuestas anticipan un posible balotaje, Macri prefirió arriar su propia bandera e izar la de Juntos por el Cambio. El slogan es similar al que usó para llegar a la presidencia en 2015. Se sabe, que el resultado de aquella aventura en la Casa Rosada no fue el que soñaba. ¿Por qué ahora sería diferente?, una pregunta sin respuesta.

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