Santo respaldo para el Hospital Garrahan y el INTA

En el primer piso de la casona, sede del órgano de los obispos (ubicada en Suipacha casi avenida Santa Fe), la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), con su titular, Marcelo Colombo, realizaron un fuerte pronunciamiento de apoyo a los trabajadores del hospital Garrahan.

Colombo recibió a Mauro García, coordinador médico (jefe de unidad) de UCI 45; Myriam Guitter, jefa de clínica de oncología; Milagros Saldías, psicóloga de salud mental; Paloma Bodas, residente de clínica pediátrica; y Pedro Rino, coordinador médico de emergencias.

“Se refirieron al conflicto que atraviesa el Hospital y la urgencia de una recomposición salarial”, expresaron desde la CEA, al tiempo que reafirmaron las palabras de Colombo, a su vez arzobispo de Mendoza, exhibiendo su compromiso de acompañar la búsqueda de una solución justa.

Carta al INTA

Llamándolos “queridos amigos”, monseñor Colombo dirigió una respuesta a los numerosos mensajes de empleados y técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en su filial Mendoza.

En un mensaje directo al gobierno de Javier Milei, dice el obispo por escrito: “Resultan preocupantes aquellas propuestas en vistas a desmantelar, privatizar o restringir el accionar de organismos que, como el INTA, han sido históricamente pilares de la democracia, la justicia social y la soberanía científica y alimentaria en la Argentina”.

También el prelado encuentra “gran preocupación y angustia entre muchos de ustedes ante la progresiva y persistente transformación del INTA, que hace peligrar su importante misión en nuestro país”.

Entonces Colombo destacó “la capilaridad del INTA a lo largo de toda la Patria”, la define como “una institución imprescindible” y avala que su testimonio sea difundido públicamente. En la misiva además incluye al Papa Francisco vía su encíclica socio-ambiental: “En momentos donde el mundo entero se ve interpelado por la urgencia de una ecología integral, que incluya tanto el clamor de la tierra como el de los más pobres (Laudato Sí, 49), consideramos de suma relevancia destacar el compromiso del INTA con el cuidado del ambiente, la promoción de la soberanía alimentaria v la defensa de la vida rural”.

En la carta a los trabajadores el arzobispo cerró con un abrazo y bendición “encomendándolos al Señor para que no se desanimen ni pierdan la esperanza”.