China Zorrilla fue una actriz que dejó una huella imborrable por sus grandes actuaciones y ahora su público tendrá la posibilidad de tener en su casa alguno de sus objetos personales: el próximo 4 de mayo, en Uruguay, se llevará a cabo la subasta de 160 lotes.
“China tenía una energía especial. Mirás la colección y no hay cosas de gran valor ni nada, son cosas con mucha personalidad. Fue la selección que hicimos y creo que habla mucho de ella. Toda la gente que la conocía viene y se emociona, porque dicen que esto es China”, aseguró su sobrino Sebastian Zorrilla, encargado de la subasta.
Entre los objetos hay varios cuadros de su padre, dibujos de Rafael Barradas y hasta los primeros muebles que adquirió. También hay libros de Eduardo Galeano dedicados por el también fallecido escritor uruguayo, como así también de Mario Benedetti.
Relacionado a su brillante carrera, se pondrá a la venta el libreto original de "El diario de Adán y Eva" y un disco simple con la canción de la obra "Un enredo y un marqués" que protagonizó junto a Taco Larreta. Para los seguidores de su carrera, son objetos de incalculable valor simbólico y un verdadero tesoro.
Entre los cientos de objetos hay un reloj suizo de bolsillo a cuerda marca Framond, una caja en metal plateado decorado “dama”. un prendedor en plata calada y cincelada “aves” decorado con corales y turquesas, dos mazos de naipes franceses en estuche de cuero bordeaux, tres mates en calabaza negra y alpaca, entre otros.
“China era una bohemia que jamás iba a aparecer con el mejor juego de té del mundo para acompañar los chocolates y las cajas de bombones que le llevábamos y que tanto le gustaban. Pero eso a nadie le importaba, porque con China la cuestión era simplemente escucharla hablar, o verla jugar al backgammon con la duquesa de Tamames. Todo eso era en sí mismo un espectáculo", escribió Susana Giménez en el catálogo de la subasta.
Soledad Silveyra, por su parte, indicó: “No había lujos en China, en el sentido corriente de la palabra. Se hacía su propia ropa, y así andaba, con sus conjuntos que inventaba en media hora, con los que nunca perdía la distinción. El lujo, en China, era la sencillez. Dirán algunas filosofías que es ahí donde radica el verdadero buen gusto, y en la vida de China esta fue la verdad".