Wanda Nara y Mauro Icardi pasaron una nueva Navidad juntos después de la crisis matrimonial que sufrieron a raíz del escándalo con Eugenia “China” Suárez. Fue en Nordelta, en un espacio repleto de lujos, que lo disfrutaron con mucha fiesta y baile, aunque un inesperado problema puso en peligro la celebración.
La pareja estuvo acompañada de su familia y amigos en el country Santa Bárbara, donde Wanda suele acudir cada vez que regresa de Europa. Previo a la Navidad, pasó un día de pileta, aprovechando las altas temperaturas del viernes.
Ya para festejar la Nochebuena, preparó una impresionante mesa navideña de madera para ocho personas: tenía un extenso centro de mesa con flores, estaba debajo de un gazebo de madera y era con vistas al lago.
Todo marchaba bien. La noche era cálida y la comida había sido preparada por un equipo de cocina, pero dos problemas amenazaron con ponerle un punto final a la Navidad: primero, la pareja se quedó ¡sin hielo! y Wanda se animó a pedirle ayuda a sus vecinos. Pero, para peor, la tormenta que cayó en plena madrugada obligó a los invitados a refugiarse dentro de la mansión que tienen en Nordelta.